Agua azúl, sol de justicia, personas oscuras, celos, caminos de tierra, muchos peces y sabrosos pescados, risas, noches frescas y esa brisa Mediterráneo que no me es desconocida.
Después de leer a Camillieri, me parece que será divertido comparar la ficción con la realidad, buscar las tabernas para comer y recorrer las calas para dejarnos caer a hacer la siesta en paz y tranquilidad.
Solamente necesito acabar de poner en orden mis notas, descubrir cuándo hay mercado, soltar mi lastre y dejar a buen recaudo a mi perra.
Escrito por Marta Gonzàlez a las 2 de Agosto 2004 a las 02:31 PM